Cada vez más empresas e instituciones organizan jornadas recreativas y de integración para sus empleados, una estrategia de gran utilidad para distenderlos, mejorar su rendimiento, su confianza y el trabajo en equipo. La comunicación interna en el ámbito laboral es de suma importancia para lograr la eficacia del trabajo. La organización de actividades recreativas, educativas y de integración para los empleados es una modalidad relativamente nueva en Uruguay que va en ascenso desde hace un tiempo.
Consultado al respecto, un empleado de McDonald’s se prestó a darnos información con la condición de que mantuviéramos su anonimato por “política de la empresa”. Como buen representante del restaurante, fue simpático y amable al comentar a Sala de Redacción que en cada local los empleados se juntan periódicamente para divertirse y realizar actividades recreativas, como por ejemplo karaoke o competencias deportivas. Dos veces al año la propia empresa organiza fiestas para sus empleados, una después de las vacaciones de invierno para distenderlos luego de uno de los meses de más afluencia de publico, y la otra a fin de año. Sobre estas actividades el joven opinó que “está bueno que se hagan porque nos motiva a seguir, ya que el sueldo es bajo y el trabajo es muy estresante”. McDonald’s contrata a estudiantes que tienen entre 16 y 21años. Sobre la necesidad de las actividades recreativas, nuestro joven entrevistado evaluó que “están buenas, pero si me dan a elegir, prefiero que me aumenten el sueldo”.
Desde el área de Recursos Humanos de muchas organizaciones, se procura incentivar a sus trabajadores con este tipo de actividades, posibilitando una integración tanto vertical como horizontal con jefes y compañeros. También existen empresas que se dedican específicamente a crear y desarrollar estos programas para quienes quieran contratarlas, y planifican las jornadas para cada institución en particular, teniendo en cuenta las edades, el contexto de cada grupo y la finalidad que tenga dicha jornada. Ibirapitá Recreación es una de estas empresas y algunas de las actividades realizadas consisten en excursiones temáticas, campamentos y turismo aventura. En una ocasión se montó un gran circo con escenario, carpa y una feria, para los empleados del Banco Santander. “Acá la cosa está dividida entre los que son pro y contra de la empresa”, comentó un empleado de dicho Banco, señalando que “muchos de los que están en contra son afiliados a AEBU y ven estas actividades como una forma de distraer a los empleados de temas importantes”.
Sobre las suspicacias que despiertan estas actividades en algunos empleados, Leandro Solcar, responsable de Ibirapitá Recreación, declaró a Sala de Redacción que cada empresa realiza las actividades con diferentes fines: “Nosotros hacemos un diagnóstico de cada empresa antes de generar la actividad que ellos nos están pidiendo. Si advertimos situaciones donde el objetivo es ‘distraer’, nos negamos a tomar el trabajo. No concebimos a la recreación como una herramienta sino como un medio de desarrollo humano y un derecho. Generalmente estas intervenciones están pensadas para cumplir con los siguientes objetivos: motivación, liderazgo, construcción de equipos, cohesión y adaptación al cambio, entre otros”.
Ileana Rocha / Rosana Decima
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